Los Secadores solares para secar ropa y alimentos son dispositivos que aprovechan la energía del sol para secar ropa, frutas, verduras, hierbas y otros alimentos. Funcionan captando la radiación solar a través de un colector y concentrando el calor en una cámara de secado.
Esta tecnología presenta múltiples beneficios. Permite secar de forma natural sin consumir electricidad ni gas. Aprovecha un recurso renovable como es la luz solar, abundante en muchas regiones. No genera emisiones contaminantes. Y el proceso de secado es suave, preservando mejor el color, aroma y propiedades nutritivas de los alimentos.
Los secadores solares tienen un diseño sencillo. Constan de una carcasa o gabinete, normalmente de madera o metal, pintados de negro mate para absorber mejor el calor. Sobre esta estructura se coloca un colector solar acristalado que atrapa la radiación solar. El efecto invernadero calienta el aire en el interior. Este aire caliente pasa por una cámara de secado donde se coloca la ropa o los alimentos distribuidos en bandejas perforadas.
El secado solar puede ser por termocirculación natural del aire calentado o forzando el paso del aire con un ventilador eléctrico. En el primer caso no consume electricidad. La temperatura de secado ideal está entre 50°C y 60°C. Controlar la ventilación permite regular la temperatura para un proceso más eficiente.
Los secadores solares tienen múltiples usos en el hogar. Pueden secar eficientemente ropa húmeda colgada en tendederos dentro de la cámara de secado. Evitan usar secadora eléctrica. Para alimentos, son excelentes secando frutas, hierbas aromáticas, pimientos, tomates y hasta carnes. Comparados con el secado al sol, protegen mejor de insectos, polvo y lluvia inesperada.
Un factor clave es orientar correctamente el colector hacia el ecuador, con inclinación según la latitud del lugar. Se recomienda pintar el interior de negro mate y aislar adecuadamente para optimizar la absorción de calor. Un buen secador solar puede funcionar con 3-4 horas diarias de sol.
Los secadores solares caseros pueden fabricarse de manera artesanal con materiales económicos y de fácil acceso. Hay manuales para construirlos usando madera, placas de metal, vidrio reciclado, tiestos negros, mallas mosquiteras, etc. También se consiguen kits prefabricados para ensamblar.
Esta tecnología es de gran utilidad para pequeños agricultores y familias en zonas rurales sin electricidad. Permite agregar valor preservando frutas, hierbas, granos, carnes o pescados para comerciar. A nivel doméstico, representa un ahorro en las cuentas de electricidad y gas. Y promueve un estilo de vida sostenible en armonía con el medio ambiente.